¡Mierda! Mi historia carece de un contexto definido, me pierdo en las descripciones, no sé dónde situar los escenarios, ni cuáles son las prácticas habituales de las sociedades que enmarcan a los personajes. Bien, tranquilízate. Soy estudiante de historia, los contextos son clave en todos mis trabajos, asignaturas y exámenes. Es un terreno que conozco a la perfección, y que me gusta. Explotaré mis cualidades a la vez que doy un giro inesperado a la manera de afrontar esta aventura. El giro tiene que ser definitivo, sin vuelta de hoja, sin volver sobre mis pasos, sin mirar atrás. Debo coger esta determinación y morir con ella. Ahora sé lo que voy a hacer. Emprenderé otro proceder; situaré mi historia en un lugar y tiempo determinado, pero no inventado. Recurriré a mis conocimientos históricos para trasladar a mis personajes a una época determinada. Mi obra de fantasía tendrá pinceladas de rigor histórico, mostrará aspectos reales del pasado y será en este contexto donde se desarrollaran los sucesos que deambulan por mi mente y en los archivos de mi ordenador.
Ahora sé que escribir este libro será una tarea más ardua y pesada que lo que en un principio imaginé. Empiezo a documentarme, a absorber un conocimiento que plasmaré en mis letras y que será el perfecto compañero de mi vena literaria. Paciencia, E., mucha paciencia.
¿Es el inicio de una novela histórico-fantástica?
E.
Joder, pues suena muy bien.
ResponderEliminarA ver cómo sigue.
Buenas Igor, sonar suena bien, ahora a ver si soy capaz de plasmarlo. De momento voy a estar mucho tiempo documentándome, iré poniendo por aquí mis avances, si es que los hay.
ResponderEliminarSaludos.